Creo que el truco más grande de la
RELIGIÓN no fue el convencer a la gente de que había un dios, que era todo
poderoso, sino el convencer a todos que, no puedes ridiculizar esa Idea.
Para entrar en materia, para todos
aquellos que leen mis artículos que no son de mi país -Nicaragua- es necesario
describir un poco la sociedad en la que me desenvuelvo tratándose de
Religiosidad frente a Ateísmo:
En la sociedad en la que me desenvuelvo,
puedes perfectamente vivir sin una religión, hay muchas personas que conozco
las cuales no visitan un templo de oración, lo interesante de esto es que, si
les preguntas si creen en dios -hablando del dios cristiano, porque es el único
que han escuchado hablar- la respuesta sin lugar a dudas es Sí.
Si tan solo empiezas a cuestionar, mucho
menos ridiculizar, la existencia del dios de turno, empiezas a sonar DEMASIDO
RUIDOSO. Estas cometiendo prácticamente “suicidio social”.
He mencionado claramente lo antes dicho,
para poner en evidencia un problema institucional que desde mi punto de vista en
casi todos los países se manifiesta en mayor o menor media: SEPARACIÓN
IGLESIA-ESTADO.
Para desarrollar este artículo es
necesario aclarar conceptos básicos de Estado Laico, Trabajador Público y no
menos importante Constitución Política bajo la cual todos los ciudadanos de un
estado democrático se rigen.
Un Estado laico -a
diferencia de uno confesional- es independiente de cualquier organización religiosa
o de todo tipo de religión, en la cual las autoridades políticas no se adhieren
públicamente a ninguna religión determinada, ni las creencias religiosas
influyen sobre la política nacional. Esto permite tratar a los ciudadanos por
igual, tanto a los creyentes de cualquier religión como a los que no creen en
ninguna, en este sentido evita la discriminación por cuestiones religiosas. Un Trabajador Público, es
aquél cuyo empleador es el Estado, y en sus funciones está vinculado al aparato
estatal mediante el régimen de Derecho Público. La Constitución Política
es la ley fundamental del Estado, con rango superior a otras leyes, define derechos
y libertades de los ciudadanos, pero también delimita los poderes e instituciones
de la organización política.
Si unimos estas definiciones podemos
concluir que, en un Estado Laico, un Trabajador público en el ejercicio de sus
funciones, no puede participar de un evento religioso, si la constitución del
país establece la separación de Iglesia-Estado.
Analicemos el caso de mi país, Nicaragua:
En nuestra Constitución Política en el Artículo 14: “El Estado no tiene
religión oficial”; demanda por lo tanto a las autoridades neutralidad en
materia religiosa, claramente se expresa en este artículo el concepto de Laicidad Estatal que se fundamenta en el principio universal de separación
de Estado e Iglesias, parte íntegra de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos.
Si bien es cierto los cristianos son
mayoría en Nicaragua, también es cierto que existen quienes no profesan ninguna
creencia religiosa como los Ateos y otros que profesan religiones minoritarias
-como comunidades judías y musulmanas, sí, nicaragüense, por si no sabías, no
solo cristianos viven aquí- y, por lo tanto, los derechos de las minorías deben
ser respetados.
El actual presidente de mi país, Daniel
Ortega, ha colocado la etiqueta de “Cristiana” al Estado nicaragüense.
Los servidores Públicos, en el ejercicio
de sus funciones manifiestan su apego religioso a una denominación religiosa en
particular -no sé si por motivos políticos, o por “verdaderos motivos de fe”-
una de ellas es la Directora de la Policía Nacional Aminta Granera, que en las recientes
fiestas patronales de la capital del país, Managua, en este mes de agosto, con
uniforme y todo, bailaba con la estatua de Domingo de Guzmán, un santo
proclamado por la Iglesia Católica. Lo cierto es que si han jurado fidelidad a
la constitución política, no veo que lo haga con este tipo de acciones. No
estoy diciendo que no pueda hacerlo, ella y cualquiera, tiene todo el derecho
de hacerlo, pero como servidor público, el momento y la forma de manifestar su
religiosidad es quitarse el uniforme y llegar al evento sin las funciones de
trabajador del estado.
En las escuelas públicas, no digo que en
todas, pero sí en las que necesito estar al tanto, porque mi hijo estudia en
ellas, he sido testigo de abusos de carácter religioso por parte de docentes y
directores, empezando actos o sesiones de clases con oraciones de carácter
cristianos, dando por hecho que todos los que asistimos profesamos su fe. Y
aunque fuese así está prohibido por la Ley
General de Educación (ley 582), que establece en el Artículo 4 inciso h: “La Educación nicaragüense es Laica, el Estado
se abstendrá de impartir a los estudiantes una religión oficial en los Centros
Educativos Públicos”.
Me he visto en la obligación de llegar a
las escuelas con la Constitución en la Mano y la Ley General de Educación en la
Otra, a entregar una carta de desaprobación de lo que sucede en materia
religiosa en estos centros, con la finalidad de tratar de proteger a mi hijo de
la religión o prevenir posibles represalias que se dirijan hacia él por ser
nosotros una familia ATEA. Por suerte,
he tenido una acogida hasta el momento positiva, ya que mis reclamos se basan
en la ley vigente, pero no deja de manifestar su descontento uno que otro
funcionario Evangélico o católico, rasgándose
las vestiduras por lo que expreso.
Son muchos los problemas que enfrentamos
en mi país, pero si conseguimos, tanto Creyentes como No Creyentes, a mantener
un Estado Laico, que permita la Neutralidad Estatal en base a Religión, desde
nuestras limitaciones vigilar y denunciar a aquellos funcionarios que no están
cumpliendo su deber, vamos poco a poco a construir un país tolerante y de mejor
convivencia para todos.
La Laicidad no es un mensaje al ateísmo,
al contrario, es un mensaje a la convivencia desde la diversidad, pero también
nos incluye a los ateos.
Así que ayúdame a mejorar -desde donde
vivas- el Estado Laico. Es por esta razón, que escribo en este blog, es por
esta razón que hago público mi perspectiva ATEA, para que aquellas personas que
tienen temor de salir del closet ateo, lo hagan, recuerden, juntos y
organizados podemos lograrlo, solo así podemos construir un país para todos.
Un país no lo construyen sus dirigentes, lo construyen los ciudadanos vigilando
a sus dirigentes.
Si te gustó, te invito a compartirlo, y
me gustaría saber que opinas en los comentarios.
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